El éxito viaja en tranvía
- Eduardo Bustamante
- 21 dic 2016
- 2 Min. de lectura
Suele nombrarse, respecto del dramaturgo Tennessee Williams, un ensayo publicado en el New York Times, un par de días antes del estreno de su obra "Un tranvía llamado deseo", en el que el escritor sienta sus reflexiones en cuanto al rol del artista en la sociedad, curiosamente titulado “Un tranvía llamado éxito”.
Hoy, a casi setenta años del estreno de la que algunos (al decir algunos incluyo a grandes artistas y críticos), han considerado la mayor obra teatral del siglo XX, es imposible pensar que Williams pecó de vanidad con aquel título, en el que probablemente defendió lo que llevó magníficamente a cabo en su obra mayor.

La icónica y hipster imagen de Marlon Brandon, se consagra actuando en "Un tranvía llamado deseo"
La obra, que nos narra un intrincado enredo amoroso, puede leerse (o admirarse) desde varias aristas que en la actualidad siguen siendo objeto de polémica, tales como el machismo y la violencia hacia la mujer, cuestión que viene a subrayarse con énfasis y ansias de cambio sólo a fines del siglo pasado. También saltan a la vista temas como la discriminación hacia la clase obrera y hacia los inmigrantes; la normalización del alcoholismo y los profundos delirios de grandeza (porque eso son) que la educación de las “altas sociedades” infunde en sus miembros, no atinando a explicarse su situación en el mundo una vez que pierden todo, porque a veces sucede.

Si "Un tranvía llamado deseo" sigue vigente a la fecha, sumando montajes en todo el mundo cada año y teniendo a su haber más de una versión televisiva y una producción cinematográfica ya clásica, no es por casualidad; si en la actualidad nos parece crítica, en su contexto de realización su estreno fue verdaderamente controversial, sentándose como un nuevo paradigma para el teatro norteamericano, salvando la línea de la obra de “pasatiempo” al tratar temas tabú -como la eroticidad reprimida, la homosexualidad-desde un enfoque que pretendía, visiblemente, causar escozor en sus espectadores.
"Todo sobre mi madre" contiene recreaciones de "un Tranvía llamado deseo" y su argumento gira en torno a una puesta en escena de la obra. El final del Trailer: IMPERDIBLE
Por los demás, sus personajes garantizan que lo seguiremos sintiendo durante mucho tiempo aún; tan bajos como reales, tan sórdidos como frágiles, ilustran la naturaleza humana en toda su crudeza. Una mujer da a luz, y mientras ¿qué hace su esposo? Una alcohólica no asumida es recibida por su hermana en su propio hogar, ¿cómo es capaz de responderle? ¡Averígualo tú mismo!
algunas imágenes de la película
Basta la lectura de unas escenas y puedes dimensionar la genialidad que condujo este tranvía hacia el éxito. Puedes descargarla ACÁ
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